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miércoles, 18 de febrero de 2015

Tautología Andropaúsica I - La incapacidad femenina para entender que el hombre puede prescindir de ella.


No sé si habrá una serie de Tautologías Andropaúsicas o no, pero consideré que le daría más entidad a la entrada la posibilidad de que fuese una introducción a un estudio exhaustivo sobre las diversas dudas que acechan a los hombres andropaúsicos (que en este contexto básicamente significa que no andan alzados 24x7x365)

La primera, surge de mi percepción (probablemente errada) sobre la sorpresa, confusión, frustración, bronca y hasta depresión que provoca mayormente en el género femenino cuando el objeto de su amor, alegría, felicidad, satisfacción sexual, etc. desaparece o se ausenta sin previo aviso, en forma total o parcial, final o temporaria. Es importante aclarar que lo mismo sucede -aunque no se si con tanta regularidad - en el género masculino (tanto hétero como homo) y tampoco se si causa tanta confusión, es más, en la comunidad gay, la "poligamia" es muy aceptada. El uso de la palabra gay (alegre), no es casual, aunque muchas relaciones lo sean.

Pero como el título es: "La incapacidad femenina para entender que el hombre puede prescindir de ella", quiero enfocarme más bien en la confusión que provoca en la mujer.

Una teoría, es que a las mujeres, sobre todo madres, les resulta natural por su condición de amamantadoras, proveedoras de alimento y cariño, cuidado, etc. sentirse como una fuente necesaria, casi imprescindible de una mezcla de placer y alimento que es vital y hasta adictiva en el pequeño ser, sin importar el sexo.

A medida que pasan los años, obviamente este rol va mutando para mejor o peor. Pueden convertirse, según sus experiencias de vida, en maravillosas personas, tiernas, dulces, cariñosas, excelentes madres, amigas y compañeras sexuales o en seres insoportables que andan por la vida ventilando en el trabajo, con sus amigas/os por Twitter y por Facebook los problemas que tienen con todos aquellos que la rodean y hasta con la vida misma, como si la VIDA tuviera un interés particular en jodérsela.

En el caso del hombre, que no tiene un rol vital en la gestación (ya que puede ser reemplazado por una bandeja/placa de Petri y una jeringa) ni en el desarrollo del niño, es más, con el correr de los años, a medida que aumentan las madres solteras/divorciadas y la cantidad de demandas por cuotas alimentarias impagas/morosas, se nota el incremento en el abandono del hombre para con sus hijos, ya sea económico y hasta presencial, no resulta nada soprendente que un hombre al igual que los pájaros "coma y vuele".

Es que si logra desentenderse de algo tan importante como sus hijos, va de propio que hará lo propio con aquellas mujeres que conozca en forma ocasional o con fines tal vez un poco más serios.

Para algunos hombres gastarse $1400 en una salida para garcharse "una mina infernal" en lugar de pasárselos a su ex para los gastos de sus hijos, resulta tan natural, que repugna.

Y lamentablemente hasta el vocabulario popular me sigue dando la razón, porque por ahora la frase más conocida sigue siendo "Tira más un pelo de concha (sin importar de quién sea) que una yunta de bueyes (por más que ya casi no se usen bueyes para tirar un carro).

El día que la frase sea: "Tira más tener la cuota alimentaria al día que un pelo de concha" haré otra entrada, pero dudo que cuando llegue ese día (si es que llega) este blog esté activo.

11 comentarios:

  1. Diria q es una buena introducción al estudio exhaustivo de la temática q lo ocupa.
    Diría q parece ir por buen camino pero q es demasiado descalificante la palabra "incapacidad" para referirse a la mujer, que necesitará un tiempo para comprender q el macho dependiente de su entrepierna, ahora depende de su mano y poder transitar asi ese estado de confusión y adaptarse a esta nueva realidad.
    Uff...

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    1. Admito que estuve considerando alternativas para incapacidad, pero me resultaron eufemismos de mi idea original - Además a la incapacidad no se refiere a la mujer ni a su entendimiento per sé, sólo a esa parte. Cosas de la andropausia, vio? Un beso.

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  2. mmmmm no sé si se debe a una incapacidad para entender que no nos necesitan o a una decepción al darnos cuenta que no entran en la frecuencia compartir porque sí, sin finalidad, porque está bueno mientras siga pasando. No sé dejarse fluir, sin tanto rollo.
    creo que esto ya lo dije, y hablo por mí, porque si no estaría hablando al pedo, así que expongo: mujer ya con hijos, que no necesita ser mantenida ni tampoco está buscando marido, y busca alguien para "pasarla bien" que no excluye la cama pero no se circunscribe sólo a ella y para los años que llevo cosechados, no diría que joya pero sí nunca taxi, jaja. digo, conocés a alguien, la pasas bien, buena charla, come decentemente (sabe agarrar los cubiertos, y algún que otro modal básico), chatea o manda whatsapp sin comerse las s o cambiar v por b y esas nimiedades que te la bajan, es medianamente caballero, tiene humor, algún interés literario o cultural más o menos mangiado, buenos besos, buen sexo, hay onda, hay piel. digo la pasas bien, y entonces viene la pared de hielo, a ver si esta mina se cree que.... y no nos creemos nada, perdón, vuelvo a la experiencia personal, no me creo nada, sólo que la pasé bien, y está bueno tener un feedback, quedar en contacto, ver si llegó bien a su casa, saber de una si el la pasó bien y le dan ganas de repetir, que se yo, comunicación básica que le dicen.
    puede ser que algún tema tengamos con "hacer nido" pero el nido no es "una telaraña". es un espacio para compartir una intimidad que no tiene que ver sólo con la genitalidad y es mucho más generadora. Capaz que no les gusta compartir igual que a nosotras, no lo sé.
    Porque si después de pasarla bien, alguien te pone una pared de hielo, me parece lógico que no entiendas. cosas de ser mujer, podría ser.
    Adhiero 100% al texto blanco sobre negro. Y cuidado, porque tampoco es demostrar más entusiasmo del que hay. Creo que ser claros es lo mejor. tampoco vas a ser pareja de todo con el que saliste y la pasaste bien, pero que se yo, la empatía siempre cae bien. El silencio y la ambigüedad yo, no me los banco. Generan ansiedad al pedo y yo al menos, ya no tengo ese tempo.

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    1. Si bien el texto tiene bastante de inuendo sexual, la prescindencia no se refiere solo a la sexual, que de por sí, sería tal vez la más difícil. La prescindencia también reside en no tener que contar con alguien para que le preste el oido, lo reconforte, etc. No conozco muchos casos de ermitañas, es más no conozco ninguno, mientras que casos de ermitaños masculinos hay muchos. No se llamaba La Loba Esteparia el libro de Hesse y el libro de Clarissa Pinkola Estés es Mujeres que Corren con Lobos, no Hombres que corren con Lobas. Tal vez una opción sería Detrás de las Lobas o una versión española "Que se corren con lobas" :-)
      Las mujeres más que nidos suelen hacer planes y proyectos. Los hombres también, pero suelen terminar en puentes, catedrales o invasiones a países vecinos.
      El silencio varonil puede ser una manera cobarde de decir que no va más o tal vez obedezca a la creencia que "pasarla bien" es solo eso. Que no hay necesidad de mantener una comunicación regular para "echarse uno cada tanto". Será porque si a los varones nos llama una mujer que nos interesa y nos dice: "Ché, tenés ganas de garchar un ratito" no hacemos puchero si luego no nos manda un sms o un email.
      Marte y Venus, Clarice. Marte y Venus. Un beso.

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    2. Hablando de "no seré feliz pero tengo marido" acabo de leer esto en P.12. Viene de un artículo sobre la libertad.

      http://www.pagina12.com.ar/diario/psicologia/9-266414-2015-02-19.html

      Mortificación o deseo

      Una mujer ha permanecido mucho tiempo en la siguiente alternativa: “Estar con mi marido me es insoportable, pero la idea de quedarme sola a los 50 años también me es intolerable”. El analista le sugiere otra manera de presentar esta alternativa: “No seré feliz, pero tengo marido” o “mejor sola que mal acompañada”. En la sesión siguiente cuenta que fue a la peluquería, como un guiño a la mirada deseante del marido y acaso de algún otro hombre. Luego tomó algunas decisiones laborales que implican un cambio de posición: asumir aquello en lo que le va bien, salir de las situaciones en que nítidamente prevalece la demanda del Otro sobre el deseo. El análisis la lleva luego a advertir que tomar al marido con el que vive desde hace 25 años como destinatario de los reproches o como agente de la demanda es por lo menos frustrante; en esas coordenadas, la pulsión no encuentra otra expresión que la mortificante, desconectada del deseo. La separación, también en el plano del amor, señala otra opción, que no necesariamente va en el sentido del divorcio.

      Sigmund Freud descubrió la participación de mecanismos inconscientes en la producción de los síntomas neuróticos. Sin embargo, para el psicoanálisis la etiología de la neurosis no es meramente accidental, mecánica, orgánica, fisiológica, ni tampoco mero “mecanismo lingüístico”; su causa acaece en un ser capaz de elección; si resulta afectado por una neurosis es en tanto sujeto que participa en una elección.

      ¿Quién no se cree capaz, aunque sea por un instante, de realizar algún anhelo que lo agita desde hace tiempo? ¿Quién no piensa de vez en cuando en liberarse de las ataduras del trabajo, del fisco, del matrimonio, de la familia, incluso de la existencia? A pesar de los condicionamientos que encontramos en la determinación de nuestras conductas, nuestra convicción en favor de la existencia de una voluntad libre subsiste y no creemos en un determinismo absoluto.

      Freud notó sin embargo que esa convicción, curiosamente, no se exterioriza en las decisiones importantes de la voluntad. En esas ocasiones se tiene más bien la sensación de una compulsión psíquica, y de buena gana se la invoca, como Lutero en la Dieta de Worms: “A esto me atengo, otra cosa no puedo”. Por el contrario, en las decisiones triviales e indiferentes tenemos la sensación de que también habríamos podido obrar de otro modo, de que hemos actuado libremente.

      No es casualidad que esta observación sea incluida por Freud en un capítulo sobre el determinismo, la creencia en el azar y la superstición de su Psicopatología de la vida cotidiana. En efecto, en este punto interviene el azar. La idea es antigua, es simple, es prodigiosa: para realizar aquello a lo que no se atreve, el ser hablante se hace cómplice del azar. Incapaz de asumirse como responsable de un acto, de una posición, de una acción que sólo él puede realizar, encuentra en el azar la oportunidad de que se realice sin haberlo buscado conscientemente. En los hechos afortunados, e incluso en los desafortunados, consuma accidentalmente una preferencia, un deseo secreto, un anhelo de la infancia, un goce postergado. Encuentra sin haberlo buscado.

      * Profesor titular de Clínica de Adultos en la Facultad de Psicología de la UBA. Miembro de los Foros del Campo Lacaniano. Texto extractado de La libertad en psicoanálisis, de próxima aparición (Ed. Paidós).

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    3. supongo que esto viene del post anterior. of course, cuando una se queda en un lugar de comodidad, obviamente, lo está eligiendo. por eso decía lo del tema de marlango. hay una frase de la película "the wall" que a mi me obsesiona desde que la vi a los 18 años, me pegó fuerte entonces, y cada tanto me vuelve. me niego a volverme "comfortably numb" ya sea por aceptar las reglas del juego que otros me imponen o por estar demasiado cómoda. la vida es una aventura, cada uno elige la suya y con quien la vive. lo cual, tal como dice el texto de tu post, no te habilita para dar esperanzas cuando no las hay, o decir te amo, ni siquiera te quiero cuando te importa un pedo el otro. el ajedrez en eso es un juego sabio, cada ficha juega una posición, no se espera que un peón se mueva como un alfil, y no por eso deja de ser un juego interesante de jugar. cada ficha tiene su importancia como tal. todos tenemos relaciones no permanentes, lo cual no las convierte en decepcionantes para ninguno, si ambos saben de que la están jugando y es más, pueden y suelen ser geniales cuando el juego es claro, nosotras tampoco queremos que nos rompan las pelotas. o como dice sabina:
      "Yo no quiero cargar con tus maletas;
      Yo no quiero que elijas mi champú;
      Yo no quiero mudarme de planeta,
      Cortarme la coleta,
      Brindar a tu salud"
      ...

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    4. "Comfortably numb" no es un estado para nada despreciable, es más, es necesario. No se puede andar a 7000rpm todo el tiempo, tampoco a 4000. Los espacios de sosiego, descanso, reflexión y hasta la genuflexión es apropiada cada tanto. Las aventuras debieran ser espacios de goce, no lo regular, porque sino pierden su condición de diversión, de evento especial. Y siempre me llama la atención cuando una mujer habla de aventura, porque como colectivo son los seres más conservadores del planeta. Su condición de madres lo hace necesario - El embarazo y cuidado de seres poco autónomos genera esa condición y por eso el sedentarismo es más ajustado a su forma de ser que la "nomadez" - Es más si algo reclaman las mujeres es regularidad, estabilidad, normalidad, predictibilidad, por más que se quejen luego de que se aburren. Pocas mujeres han sido realmente aventureras en la historia mundial. La que siempre me viene a la mente es Amelia Earhart. Hasta cierto punto tal vez Juana de Arco. Lo más cercano a la aventura en las mujeres suele ser coger con un casado o estando casada coger con cualquier otro tipo que no sea su marido.
      Tal vez por eso suele llamarse "tener una aventura" a la infidelidad.
      Y por eso coincido con tu "pueden y suelen ser geniales cuando el juego es claro, nosotras tampoco queremos que nos rompan las pelotas"
      La única cosa que sí aprendi con Out of Africa/Africa Mía, es que suelen tender a cambiar las reglas del juego. Igual esto no es solo algo femenino. Muchos varones también se enamoran de su amante y demandan exclusividad. Hay casos de varones que se "enamoran" de prostitutas y quieren "salvarlas" de ese estilo de vida.
      Claro que rara vez es como la versión de Pretty Woman.

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  3. Empezás diciendo que es la primera parte de un estudio exhaustivo y sobre el final dejás entrever que el blog puede dejar de funcionar. Me pregunto, ¿tenés miedo de sufrir un atentado de mujeres fundamentalistas o de que alguna revele tu dirección real?
    Yo creo que los hombres podemos prescindir de todo, menos de una fantasía que nos haga creer que alguien nos necesita.
    En relación con la palabra, "imposibilidad" tal vez podría incomodar menos, los eufemismos existen, qué le vamos a hacer.
    Un abrazo, Ato.
    HD

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    1. En realidad dice "No sé si habrá una serie de Tautologías Andropaúsicas o no..." Miedo a represalias fundamentalistas no tengo. Dudo mucho que se atrevan a venir acá de noche, que es la única manera de encontrarme dormido - bah, salvo durante la siesta-y si vienen, no creo que sea para matarme...:-) Imposibilidad suena más politicamente correcto, pero a esta altura prefiero mantener lo original.
      Y si mal no recuerdo, la frase que usaste en una reunión era "no sentirme deseado" que suena ligeramente distinto a necesitado.
      Ejemplifico, una/o puede necesitar un plomero, pero al ver su "crack peludo" cuando se hinca para cambiar el sifón de la bacha de la cocina, no precisamente desearlo.
      El deseo es un impulsor vital. Todavía me quedan varios por cumplir. Abrazo!

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    2. Y coincido que sentirse necesitado (en forma real o fantasiosa) es también muy motivador, pero no tiene que necesariamente ser por una mujer y de ser así, sólo con fines sexuales o para una relación, inclusive platónica.

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    3. Veo que tenés muy buena memoria...
      Más abrazos.

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