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martes, 31 de mayo de 2011

El invierno no es sexy…


En general he notado que la mujer no tolera bien el frío, es más, por lo general lo detesta, salvo en verano, cuando necesita prender el aire acondicionado.

Por eso en invierno, para poder echarte un polvo, el dormitorio tiene que parecer un invernadero de plantas tropicales. Conviene tener un litro de agua a mano, para combatir la deshidratación producto del calor del tiro balanceado, del caloventor, y de la estufa de cuarzo a escasos centímetros de la cama (entre nos, ese colorcito rojo que despiden las de cuarzo crean cierto ambiente, no?)

Y yo, que ansiaba la llegada del invierno para poder retozar en la cama tranquilo, me veo ahora en el dilema, ¿efecto invernadero o polvo?

Yo que me quejaba del calor en verano, ahora reflexiono y me doy cuenta que al menos en el verano las mujeres se veían “saludables”, andaban prácticamente en bolas y con ese agradable tono de piel bronceado. Ahora que falta poco para el invierno, ya comienza a notarse el efecto pernicioso que tiene la falta de sol en las mujeres.

Esas hermosas caras bronceadas de a poco se van tornando grisáceas o blancuzcas, afloran los primeros pañuelos y las narices rojas.

Andan todas arropadas, caminando apuradas, con cara de “la concha de su madre que frío que hace”. Para nada sexy.

Y me pregunto, si en un otoño porteño ya se ven poco sexy ¿cómo carajos harán los finlandeses para calentarse con una finlandesa en invierno? ¿Será a puro aquavit?

En fin, ahora a esperar la primavera nomás…

sábado, 21 de mayo de 2011

Teta versus mamadera...

Algunas veces cuando veo una imagen así me doy cuenta porqué me fascinan tanto las tetas de una mujer– No hay nada como esa imagen de goce total - Es que no se trata sólo de satisfacer el hambre, es todo lo que la lactancia encierra:  la ternura, el amor, el arrullo, la caricia, la calidez...
Y lo bueno de ser hombre es que uno básicamente a medida que va creciendo reemplaza la fuente originaria de placer por otra, y encima la “otra” viene con un montón de accesorios más.  Es como pasar de un Falcon Rural a un Audi 4.
Y entonces a uno no le queda más que alegrarse de ser varón, porque entre otras cosas, nunca necesitará “desapegarse” de tan hermosa fuente de placer.  Aunque tampoco  es cuestión de buscar alternativas como el de esta foto.

Y por otro lado creo que uno que se alimentó con mamadera,

tarde o temprano terminará como este tipo.

Este tipo al menos se puede justificar diciendo que le salvó la vida (fue durante las inundaciones de Australia este año)


Ahora, yo me pregunto, en el caso de las mujeres ¿cómo carajos hacen para sustituir ese placer originario tan intenso?
Para evitar que alguno muerda la banquina diciendo: “Con el pete”, me adelanto y lo digo yo.  
Porque pensar lo pensamos todos los varones, y hasta diría que alguna que otra lectora también…

miércoles, 18 de mayo de 2011

¿Metamorfosis?

Cuando arranqué con el blog, la idea era publicar entradas “adultas” dirigidas a hombres de 50 años. Gran parte de ello obedeció a mi relación con la Atorranta, mujer con la cual tuve una relación sexual digna de estar en cualquier estante XXX de cualquier video/DVD club.

Aquellos que arrancaron con mis primeras entradas, notarán que de a poquito fui cambiando el tono y hace bastante rato que noto un cambio en el contenido de mis publicaciones, y me estuve preguntando el porqué.

Creo que la razón se explica cuando veo el grupo de seguidores/as, el género y edades de las/los que generalmente comentan, y me da algo así:  75% mujeres entre 23 y 35 años.

Hay pocos varones que comentan y el único cincuentón varón que aporta regularmente es Dany. Leviatán también aporta regularmente, pero no tiene 50 años. Todo esto resulta interesante cuando uno recuerda el target original del blog.

No digo que califique para una encuesta de Gallup, pero llama un poco la atención que lo que ocupa la mente de un cincuentón resulte no sólo interesante a las mujeres mayormente, sino que encima con edades bastante más bajas.

Y entonces uno se tiene que preguntar: ¿Es posible que a los 50, algunos varones tenemos pensamientos o contenidos mentales similares a mujeres de entre 23/35? ¿Al menos similares a las que opinan en este blog? ¿Qué es lo que tenemos en común?

Otra cosa que debe haber afectado el contenido de las entradas es que cuando visito los blogs de estas “jóvenes mujeres”, en algunas encuentro una mirada y contenido intelectual muy interesante, el cual debe de alguna manera estar influenciando el tono del blog. Esto a su vez nuevamente me hace preguntarme el porqué de su interés por algo que originalmente era onda: “¡¡Que buen polvo me eché con la Ato”!!

En fin, no se bien porqué hubo una transformación en el contenido de las publicaciones. En realidad no me preocupa mucho tampoco.

¡Tal vez la explicación más sencilla sea que me estoy convirtiendo en un Caniche! J

Por eso a modo de vacuna contra el canichismo, cada tanto voy a publicar un “Ato Vintage”.

viernes, 13 de mayo de 2011

Mi querido reloj


Hace unas semanas atrás “desempolvé” un reloj que solía usar hace muchos años.
Lo tenía bien cajoneado, hasta en su estuche original. Es de esos relojes que uno tiene “ganas de comprarse algún día”. Ojo, no es lujoso, pero tampoco es un Toshin de plástico. Es sobrio, elegante, de los que llaman la atención por el diseño y por los chirimbolos en el cuadrante.
Lo usé durante casi cuatro años y luego un día, porque volvía tarde del trabajo, encima caminando,  temí que me lo roben y lo cambié por uno de “plástico”. Además como tenía malla de cuero temía también que se me cayera y se rompiera.
Los de plástico son prácticos, livianos, económicos y dan la hora con bastante exactitud y uno no tiene miedo de perderlos, que se rompan o que se lo roben.
Creo que la vida de uno se va volviendo bastante parecida a la del “reloj de plástico”.
Pienso en las relaciones con otras personas y me pregunto, ¿No solemos ponernos los relojes berretas para estar con otras personas? No sea que se nos rompa, lo roben o que lo pierda…
Y mientras tipeo esto, miro mi muñeca izquierda y veo mi reloj de acero, con su cristal reluciente y su nueva malla de acero y me divierto un rato viendo como el segundero va marcando el tiempo casi como con determinación. Con ese tic-tac de cuarzo tan preciso.
Y ahora que lo veo en mi muñeca y noto que me da placer usarlo, creo que voy a seguir usándolo, aunque vuelva caminando de noche…
 Porque entre tenerlo cajoneado a poder disfrutarlo, opto por lo segundo.
Total, al final de cuentas es sólo un reloj, no mi corazón…

martes, 10 de mayo de 2011

La bruja de uno es la hechicera de otro...




Intenté buscar una donde Camila estuviera buena, pero no hay...

Disculpas de antemano por la analogía pero es algo que cada tanto pienso cuando veo a los mendigos remover la basura, buscando algún trozo de comida o algo que les sirva y de repente ponen cara  como  de contentos con algo que parecería haber sido un verdadero hallazgo.
No es la analogía más feliz, pero es así, no puedo evitar pensar el parecido que existe entre ese buscador de mendrugos con la esperanza de encontrar un “tesoro” y la búsqueda de un ser que sea apropiado para establecer algún tipo de relación, sea fugaz/ esporádica o algo más duradero y profundo.
Cuando hace unos 5 años me divorcié y comencé a conocer  distintas mujeres, atractivas, inteligentes, con empuje, vivaces, optimistas, algunas tal vez medio piradas y otras con las cosas bien claras, con  o sin hijos, chicos o grandes, que andaban boyando por internet hace 2, 3 y hasta 4 años buscando pareja, comencé a darme cuenta que lo que para algunos ya no tenía interés, no le cerraba o no “le servía más”, para otros era una “joyita”.
Uno que ya no era “digno del amor” de otra persona, de repente encontraba un auditorio  interesado en escucharlo, con atención (tal vez fingido, no lo sé) y a medida que se desarrollaba la comunicación encontraba coincidencias más que importantes y de repente, tal vez por hastío, temor a la soledad o simplemente porque lo que la otra persona parecía aportar, era lo suficientemente atractivo como para comenzar a imaginar una “especie de relación”.
Yo que puedo en algún momento parecer un lobo huraño, tozudo, cabrón y gélido, de repente me encuentro absorto mental y emocionalmente por alguien que se cruzó cibernéticamente en mi camino, y que con poco, pero bueno, me plantea una realidad más que alentadora.
Hace ya varios años que salgo con mujeres cincuentonas, en mayor o menor grado de “cincuentez” y de repente en un momento, ya sea por la risa, por sus besos, por su intensidad, por su manera de acabar, coger o lo que sea, me veo contemplando una “flor de hembra” que ni en mis mejores fantasías hubiese imaginado.
Hasta me ha pasado, que de repente algo pasa en la cama, no sé bien qué es, pero de repente me veo “encamado con una pendeja de 25” – Estas pendejas de 50/25, me han dicho, al comentarles esto, que la razón es muy sencilla: básicamente reflejan lo que ellas están sintiendo de mi parte por ellas. Un especie de “osmosis juvenil”.
Y sí, hay veces, que me siento como un “cachorro de lobo” danzando con lobas.
Una danza con lobas, que me provoca muchísimo placer.

miércoles, 4 de mayo de 2011

GRATITUD


Durante la mayor parte de mi vida sexual, inclusive cuando tuve mi fase de “ir de putas”, uno de los sentimientos que siempre estuvieron presentes fue el de gratitud, mía y ajena.
Según la RAE:
gratitud.
1. f. Sentimiento que nos obliga a estimar el beneficio o favor que se nos ha hecho o ha querido hacer, y a corresponder a él de alguna manera.

A mí la palabra “obliga” no me cierra, porque en cierta manera desvirtúa el sentimiento de bienestar general que siente uno al ser reconocido o al querer expresar uno su gratitud.
Pero volviendo al planteo original, lo que me ha resultado interesante de todas estas relaciones, inclusive en el momento de la despedida, ha sido esa sensación bilateral de gratitud.
Hubieron agradecimientos de todo tipo, pero los agradecimientos que uno recuerda más, son esos que provienen de esos orgasmos "cual barrilete cósmico", que uno desata en uno mismo y logra desatar en mujeres y que le recuerdan a uno que: ¡¡“La puta que vale la pena estar vivo”!!
A mí, el que más me conmueve, no es el del grito visceral, sino el del gemido suave, con ese contoneo sensual típicamente “hembra”, que comienza en la cabeza y se transmite a la cintura, que termina con estertores y ese arqueo de espalda preliminar que anticipa ese abrazo femenino que te quita el aliento y que se apaga con un tierno lagrimeo femenino que la primera vez que a uno le pasa le hace pensar: ¿Uy Dió, qué carajos hice?
Son esos orgasmos mojados, de arriba y abajo  que terminan con un suave y salado: “Gracias” los que me hacen mandarlo a la mierda a mi “Alter Spock” cada vez que intenta advertirme que “nada es gratis en la vida”.
Y si bien me agrada el reconocimiento, yo también me siento muy agradecido de poder ser partícipe de algo así. Que una mujer me permita conmoverme y conmoverla hasta tal punto.


Comentario de Trencita que me parece describe mejor que la RAE lo que es gratitud:
La gratitud es una caricia para el alma. del que la da y del que la recibe, por el simple hecho de darlo nada mas, sin pedir ni reclamar, solo recibir lo que el otro desea compartir con uno en ese instante tan sublime y tan intimo, de conexión tan especial.
Y que placer, y cuanta gratitud, cuando después de los años, uno sigue disfrutando y eligiendo a la persona que comparte nuestros días, saber que vale la pena compartir mi vida con el/o ella.