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martes, 23 de noviembre de 2010

Primer Salida: Él invita vs. Gastos compartidos.

No puse la opción Ella Invita en la primer salida, porque nunca me pasó y no conozco a nadie que le haya pasado. A la hora de pagar, la mayoría de las mujeres dicen que no ofrecen pagar porque creen que ofenderían al hombre. Pues bien, yo no me ofendo, y muchos hombres no se ofenden tampoco. Esa generación se acabó, junto con el corsét, el sulky y las ballenitas. Tipo que ofrece pagar cenas, varias y no se las coge es porque duda de su capacidad “cogitiva” y quiere tener a la mujer lo suficientemente “encariñada” para que le banque los primeros encuentros sin orgasmos o polvos “semi-regulares”.

También existe el mito que si una mujer sale a cenar con un hombre y éste paga, la mujer debe entregar. Algo, mínimamente un beso, aunque un beso, y uno bueno a esta altura de la vida por lo general conduce a la cama. Debo admitir que este mito yo lo desmitifiqué varias veces ya, con mujeres que conocí en internet. Muchas cenas, pocos besos, y algún que otro encame.

Conclusión: de ahora en más, primer salida, un café, a lo sumo dos.

Mi postura interior es la siguiente: no veo por qué tanto trabajo/esfuerzo en seducir una mujer, si para empezar yo soy lo suficientemente pintón y cojo lo suficientemente bien como para contentar a un buen porcentaje del mundo femenino. No digo que deberían estar agradecidas, pero tampoco que se suban al pedestal de las “sacerdotisas inalcanzables”.

Yo no suelo salir con mujeres que se creen que me conceden el honor de salir con ellas, salgo con mujeres que tienen ganas de estar con un tipo macanudo, interesante, pintón, etc.etc. Mi historial de relaciones sexuales demuestra un “índice de orgasmos del 85%”, y por eso entiendo que en una relación sexual hasta ahora el beneficio es mutuo, ergo la inversión entonces debería ser pareja.

Yo hoy día planteo lo siguiente con una mujer: mirá XX, el tema cenas o salidas para mí debe ser compartido, porque así no se malinterpretan las razones y porque al final de cuentas, “si yo te tengo que seducir con cenas y salidas” vamos mal.

Yo no salgo con mujeres que “necesitan sentirse especiales para dejarse coger” ¿Será porque yo no delego esa facultad en otros tampoco? Yo salgo con mujeres que quieren coger, porque necesitan tener un orgasmo con un hombre y no con los dedos o un dildo. Salgo con mujeres que les gusta coger, y que después de un café o dos sienten que conmigo a lo sumo la cogida puede resultar interesante. Que además de echarse un buen polvo, el entorno en sí, es bueno. Y como dije, no suelo decepcionar.

El propósito de una salida a tomar café es para que la mujer sienta que yo la encuentro cogible y que ella decida si se siente lo suficientemente cómoda para estar en la cama conmigo. Si lo percibido en el chat o por teléfono se sostiene con el encuentro (sí, internet es mi principal fuente de encuentros) No digo que tiene que ser la primera vez, pero tampoco la quinta. Con mis dos últimas parejas, incluyendo a mi actual A.Torranta, no pasó de la segunda. Pero como ya he dicho antes, con las de 45+, a mí me da la sensación que las cosas se resuelven más rápidamente.


Además debo admitir que soy partidario de una ecuación compartida por bastantes varones de mi edad en situación de “soltería permanente o intermitente” que es bastante fría pero a la vez real:

Cena con salida: $140/$250, puede incluir una charla amena o aburrida, que puede incluir anécdotas sobre lo chotos que somos los varones y encima con final imprevisto, muy probablemente malo, si uno osó defender a la especie masculina.

Puta: $150 (en promedio, hay por menos y más, mucho más) pero ya sabemos como termina y en cuanto a la charla: Hola, me llamo Carla. Ponete cómodo.

Las mujeres con toda justicia pueden decir que les pasa lo mismo, pero la diferencia es que no les costó $200 averiguarlo. Y no todas van a la peluquería o se depilan para la “primer salida”.

¿Y entonces para qué ponerse en pareja?

Porque a uno también le gusta estar con una mujer a la que puede besar, acariciar, franelear toda la noche, hacerla acabar, con la que se puede salir o ver una película en casa, tranquilos, es decir estar con alguien con el que  uno se siente a gusto porque alcanzó ese lugar de comodidad de pareja que justifica mantener la relación,  porque en definitiva ambos estamos bien. Porque estar juntos suma. Es así de simple.

jueves, 18 de noviembre de 2010

¿Que preferís, una pendeja o una mujer adulta?

Estamos partiendo desde la hipótesis de una relación más o menos duradera, no un touch and go.

Uno que ha salido con alguna que otra pendeja (25+), pero más aún con las de 40+ comienza a notar una tendencia.

Las de 25+ están obviamente buenas, por lo general todavía gozan de un buen tono muscular y están “más rozagantes” que las 40+ y esto a uno lo energiza y provoca un cierto “Dorian Greyismo” que no vamos a negar, alimenta el ego.
Ser un pende-viejo, no está mal de vez en cuando, si no se la cree. Si sabe que es algo pasajero.

El caso es que por lo general uno se siente medio desubicado al lado de una pendeja, sobre todo cuando vas a una reunión de sus “amigos de la facu”.

Los escuchás hablando y notás que están todavía de ida. Llenos de ideales, ilusiones y frases hechas, que uno a los cincuenta ya sabe que difícilmente sean reales, y entonces choca. Entonces el “jovato” o se calla o asiente con la cabeza, o va al choque y por más que termine teniendo razón: “la hiciste quedar como el orto con sus amigos”. Y todavía “pior” es si te llega a llevar a la casa de los “viejos” que resultan tener a lo sumo 5 años más que uno!! Esas miradas de desaprobación son difíciles de ignorar, aún para un “me hago el Rainman” como yo.

Ni hablar del tema, salir a bailar/de joda, que generalmente coincide con el horario que yo suelo ir a acostarme, solo o acompañado.

Encuentro en cambio en las de 40+ una cierta calma, mesura mental y entendimiento de la realidad más parejo al mío. Es cierto, vienen con muchas más heridas, muchas sin cicatrizar aún. Pero también con menos mambos. Las de 50+ encima vienen sin “air-bag”, ni levantavidrios automático. Mucho más sencillas en cuanto al planteo de la relación ¿Novios o para coger solamente? ¿O ambos?

Además, tanto las de 40 o 50, si la llevás a una reunión de amigos tuyos, al menos puede compartir los temas de la mesa sabe de qué carajos hablamos los adultos.

Además está bueno que compartan los gastos o te inviten a una cena o una salida. Todos somos laburantes, y todos queremos llegar a fin de mes.

Y a la hora de ir a la cama, yo las noto mucho más desprejuiciadas que algunas pendejas. Y sobre todo si tienen hijos más o menos adolescentes, que ella prefiere que no la vean “borrada toda la noche” y se vayan en SU auto o llamen un remis y así uno pueda irse a dormir tranquilo.

¿Qué? ¿Preferís que se quede porque te gusta verla mientras duerme, o cuando despierta al lado tuyo a la mañana? Anda!!! Salvo que estés cogiéndote a Uma Thurman!!

martes, 9 de noviembre de 2010

¿Las feitas cogen mejor que las lindas?

Ya sabemos que la “gordita petera”, es parte del folclore popular, y uno que conversa con varones de distintos sectores económicos y culturales pareciera encontrar cierto sustento para avalar este mito popular. Las flacas no parecen gozar de un folclore parecido. Parecen estar más cercanas a las “histeriquitas malcomidas y malcogidas”.

Uno pensaría que la que está rebuena al ser más codiciada tendría más experiencia, ergo sería mejor en la cama que una que no cogió tanto. Pero no siempre es así, por el contrario, las que están rebuenas, al igual que los Brad Pitts, de este mundo, saben que sin hacer mucho, por el solo hecho de estar buenas, son apetecibles y se limitan a dejarse coger, o inclusive exigen que el tipo “las haga gozar” sin poner mucho empeño en hacer lo propio con el varón. Es que como lo dije antes, somos seres mucho más sencillos, para nosotros el juego previo de una mujer es que se ponga en bolas. Algunas veces ni siquiera hace falta eso.

Si bien no soy ningún Casanova, he tenido relaciones con mujeres bastante bellas y otras no tanto (pero nunca debajo de un 6) y puedo decir desde lo personal, que las “feitas” cogen mejor.

Se esmeran más. Sobre todo si están con un tipo que más o menos les cierra, ya sea por lo pintón, por lo buen tipo, es decir, que las trata como una mujer a quienes les interesa, que las respeta y que no las ningunea ni forrea. Uno creería que así debería ser siempre, pero no nos engañemos, no siempre es así. Ni de un lado del charco ni del otro.

Otras cosas que noto también, es que tal vez las feitas sean un poco más “pegotas”. Que si consiguieron un “buen candidato”, tienden a ser un poco “aferrantes”. Son proclives a los celos indebidos y a cierto grado de inseguridad que puede romper un poco las pelotas.

Es interesante ver como un hombre es capaz de “aquerenciarse” bastante con una feita. Más que todo por el tema de la posibilidad de estar cómodo con una mujer porque comparten valores, gustos o por el simple hecho de que la mina no es demasiado rompebolas. Esto último es un poco triste tal vez, pero es parte de la realidad. Si las mujeres supieran lo importante que es “dejarnos tranquilos”, surgiría una raza de mujeres a la cual sería imposible resistirse.

Ojo, hay un montón de mujeres que están rebuenas y que cogen muy bien, pero por lo general vienen con un menú de exigencias que a mí personalmente me supera. Ya no estoy para tantas exigencias. No tengo interés en seducir “mujeres trofeo”. Se las cedo a R.Fort.

Estoy más que bien con mi A.Torrantita, que está buena, no me rompe tanto y encima se esmera, y mucho. Y como yo soy un “buen tipo” hago lo posible por reciprocar, a pesar de mi resistencia a ciertas cosas (que ya mencioné anteriormente)

martes, 2 de noviembre de 2010

¿Cual es el mejor polvo que te echaste?

Ya he comentado sobre el súper polvo “cocina-culo” pero el de anoche fue es-pec-ta-cu-lar! Pero creo que lo que lo hizo  increíble fue mi “entrega” porque (entre la bañadera y la cama) debo haberle estado chupando la concha y el culo durante casi 20 minutos. Y encima, después nos trenzamos en un 69 que parecía una “hermosa lucha sexual”.

La gauchita no paraba de acabar.  Pocas veces he tenido tantos agradecimientos de parte de mi pareja. Durante el puchito pos polvo recordé una frase que leí en un blog: “lograr que una mina se derrame en tu boca” ¡¡Qué lo parió!!

Qué bueno es tener una pareja así, tan A-torranta, que no tiene ningún prurito sexual, que me va conduciendo a territorios desconocidos.  Pero de la mano, no empujándome. No hay ningún tipo de presión. Todo fluye naturalmente.

Pero el mejor polvo, está por venir. A medida que me voy soltando, voy explorando nuevas cosas y siento que mi potencial aún no llegó a su punto máximo.

Que bueno es poder coger así – Totalmente sorprendido por mi capacidad de avanzar sin mapa, sin brújula ni GPS, sólo siguiendo los gemidos interminables de mi gauchita.