Alguna vez leí: “Lo
mejor que te puede pasar es estar enamorado”.
Sin dudas estar
enamorado es maravilloso, pero a una persona que piensa así le haría
las siguientes preguntas:
-¿Qué preferís, estar
enamorado o no tener cáncer linfático?
-¿Qué preferís, estar
enamorado o no tener trabajo/plata para comer?
Y habría un sinnúmero
de otras preguntas que podría hacerle, pero la final sería:
¿Qué preferís, estar enamorado o poder ser REALMENTE feliz a pesar de no estarlo?
Porque parece que hay
gente que es incapaz de ser realmente feliz sin estar enamorado (y no me
refiero solamente a los hinchas de San Lorenzo…)
Para mí el amor está
sobrevalorado. Inclusive hoy día, cuando resulta claro lo efímero que es.
Calculo que siempre fue
efímero, no creo que haya cambiado la duración, lo que creo que cambió fue el
valor que se le daba antes. No digo que la gente no se enamoraba, pero creo que
el concepto del amor era un poco “más pragmático”. El amor ideal sólo lo profesaban
las adolescentes luego maduraban y se daban cuenta enseguida de lo que era en
verdad.
Nadie pretendía
efervescencia eterna. Las cosas antes eran demasiado complicadas para andar
preocupándose por el estado de enamoramiento. Era una época donde una gangrena
equivalía a la amputación o la muerte, los partos podían también equivaler a
una muerte, tanto de la madre como del recién nacido. Otros tiempos. No había
seguro de desempleo, obra social, vacaciones ni nada. Más o menos lo que pasa hoy
día en el 80% del mundo no Occidental ni urbano.
Es más, creo que esto
de la efervescencia del amor es algo bastante Occidental. Dudo mucho que una
campesina laosiana ande preocupada por si su marido sigue enamorado después de
estar casados 10 años. Tampoco creo que los padres de una tribu de Mali se
pregunten si su hija de 12 años ama a su futuro marido de 18 años. Lo que
cuenta son las 3 cabras y dos cerdos que acaban de recibir.
Según algunos “expertos
en la materia”, la sensación/estado de amor, no suele durar más de dos años.
Cualquiera que haya
estado en pareja más de una vez, sabe que algunas veces no dura ni dos meses.
Las “parejas de octogenarios que siguen enamorados como el primer día” son más
difíciles de encontrar que un talibán que crea en la igualdad de género.
Entonces, ¿por que
existen personas que siguen creyendo “que no hay nada mejor que estar enamorado”?
A mí se me ocurren
tantas que mejor ni las escribo porque no quiero amargarles la vida a algunas
personas.