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lunes, 4 de abril de 2011

Don Carlos

 
A Don Carlos lo conocí durante una obra que hice en casa. Don Carlos es peruano, edad aproximada 65 años, juega de arquero en partidos de Papi-Fútbol con pibes de 20/30 años. Algunas veces lo veo con una venda en la rodilla y me dice con una sonrisa: “Es que ya no estoy para estos trotes”  Pero sigue trotando y atajando todos los Domingos.
Lo quisieron cambiar una vez (por viejo) Al Domingo siguiente, estaba de vuelta en la valla que viene cuidando hace ya 10 años.

Parece una postal de Perú, con esa cara de Inca, que está siempre sonriendo, y eso que no tiene una sonrisa Kolynos. Deben faltarle el 30% de los dientes.

Estuvo preso en Perú, según él por robo- En la cárcel, lo torturaron, ahí perdió muchos de los dientes que le faltan, por las golpizas, tanto de guardias como de otros internos. Aún tiene las marcas del alambre de púa con el cual lo ataban al poste/silla cuando lo torturaban para que delate a sus socios. Nunca lo quebraron.

Durante la obra compartimos almuerzos, cervezas y anécdotas, sobre todo las de él, porque las mías parecían de Walt Disney comparadas con las de él. Nunca me tuteó. Siempre me trató de Jefe o de Don Atorrante…En 3 meses de obra no llegó tarde nunca.
Trabajaba de 8 a 14 sin parar. Creo que ni siquiera orinaba. Aceptaba cada tanto un cafecito con un alfajor que le convidaba. Nunca había comido comida china. Cuando terminamos la obra fuimos a comer a un restaurante peruano de la zona. Yo nunca había comido seviche/cebiche o sebiche.

Estuvo/está casado (no me quedó claro) y sus hijos viven en Perú. Los ve cada dos o tres años. Todos los meses les manda plata. Todos los meses. Sean USD 50, 100 o 400.
Y eso que la menor tiene 21 años: “Es que están peor que yo” (él vive en un cuarto…)

Hace dos años que se juntó con Carmen, una compatriota de 40 años, con una hija. Al preguntarle el porqué de su convivencia, el cual se realiza en un cuarto de una casa muy humilde, simplemente respondió: “Es que tengo 63 años y necesito alguien que me cuide cuando me ponga viejo”. Y enseguida sonrió picaronamente.

Hace dos años que están juntos, así que parecería ser que a Carmen la ecuación también le cierra. Es que según él, a ella también le sirve la relación porque tiene alguien al lado que la cuida y tiene un techo para su hija de 16 años, que algunas veces vive con el “tarambana de su ex marido que se gasta toda la plata en chupi y joda”.

Hace unos meses los vi a los dos juntos por la calle, y sí, Carmen no es ninguna Julia Roberts, pero tampoco es Milagros Sala. Y si comparamos a Don Carlos con  Shrek, creo que pierde.

En síntesis: Romanticismo Cero – Pragmatismo 100%.

¿Será que algunos la tienen más clara que otros?

¡Salute Don Carlos!

3 comentarios:

  1. Que ejemplos estás trayendo querido Ato.!!! Uno debería mirar un poco más alrededor para darse cuenta cuanta boludez tenemos dentro. Y quizá lo de romanticismo no sea 0. Andá a saber. Abrazo

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  2. Don Carlos parece también un hombre admirable, como Don Luis. Debe ser que algo genético hay en los de su generación.
    Esa relación Romanticismo 0- Pragmatismo 100, me parece algo triste. Quizás el porcentaje no sea tan radical, a veces no podemos entender el amor entre dos personas en concreto, pero puede que exista, ¿por qué no?
    Saludos.

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  3. Gracias Dany! Es así nomás.
    Tal vez Belkis y Dany, exageré un poco, pero noto que alguna gente no se engancha tanto con si hay cena con velas, sino más bien, con el: hay seguridad? Hay contención.
    La simpleza del humilde.
    Una relación tal vez rutinaria, predecible, pero duradera.
    Cuando uno lee los blogs de las tribus occidentales urbanas se da cuenta que todo es muy divertido, muy caniche, pero no pasan de dos o tres meses, y esas son las que duran.
    Hoy por hoy, date por contento/a si pasa de una noche.

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