Café con mimos Vs. el Choripete

Un café y el abrazo de una mujer por 80 euros.

En la cafetería Soineya, en Tokio, brindan a los clientes la posibilidad de dormir la siesta junto a una bella joven. Pero cuidado: ¡Nada de propasarse, sólo cucharita! Cualquier comportamiento indebido será penalizado con la expulsión del local.
Si la propina es buena, se suman otros servicios, como recibir masajes en los pies, reposar la cabeza en la falda de la señorita, descansar mirando sus ojos o recibir mimos en la espalda.
Para este servicio el comensal en cuestión, dispone de una cómoda cama y puede escoger entre más de una decena de chicas.

Hay que entender que los ponjas hace rato que vienen mal, con sus sus tamagotchis, sus dakimakuras (almohadones abrazadores) sus perros robots - no es difícil entender que estén tan faltos de cariño. Tampoco es una nación con muchos galanes o Miss Universo.

Y bueno, algunos tipos tal vez son
medio masocas y quieren chas chas.

Hay una versión con camiseta rota para divorciadas
que extrañan al ex.

Así que al leer este artículo lo primero que pensé es que estos ponjas están locos, pero luego, pensándolo bien, me di cuenta que no es tan mala idea. Sobre todo si los mimos vienen de mujeres como en la foto y no de una luchadora de Sumo.

Y tampoco es la gran novedad. Un viajante amigo me contó una vez, allá por el 2003, que en sus viajes por las rutas argentinas, solía ver varios carritos que vendían chorizos y notó que en algunos había muchos más camiones estacionados que en otros. Un día le consultó a un camionero amigo el porqué, y éste le contó sobre los carritos que ofrecían el "choripete" (1). El servicio se ofrecia de dorapa, entre los arbustos/árboles "porque por $5 tampoco vas a pretender que pongan una cama kingsize" - En algunos casos, si el camionero era conocido, podía llevarse la petera al mionca.

En fin, en las cuestiones de recibir mimos, placeres, satisfacer el hambre y otros eventos gastronómicos, se nota que tanto ponjas como argentos podemos ser muy creativos.