Pasarse de la raya

Pasarse de la raya significa, entre otras cosas; excederse, colmar la paciencia, volverse loco (estar rayado), incumplir con las normas, no comportarse según lo socialmente aceptable y parece que el abecedario está bastante de acuerdo con seguir los cánones socialmente aceptados porque hay muy pocas letras que lo hagan y solamente en su versión minúscula. Es decir, si van a "pasarse de raya" háganlo en su forma pequeña, imperceptibles. Es como que el abecedario quisiera "mantenernos a raya".

Las letras que cruzan la raya en su modo minúsculo son -por ahora- la f, g, j, p, q, y - (digo por ahora porque parecería que a la f y a la z algunos las quieren normalizar) que para colmo son todas consonantes y por ende tienen que recurrir a las vocales para infringir las fronteras lineales si quieren armar una palabra lo cual me parece un tanto injusto. Es como que un grupo de piratas tuviera que ir con un contador, escribano, abogado o un ingeniero para cometer tropelías.

También es curioso que palabras como osadía, alocado, temerario o valiente prefieran respetar las normas, mientras que por ejemplo: pajero, psicópata, mujeriego y gángster no. Son palabras que mantienen una cierta consonancia con su forma escrita.

Las palabras como pipa, papa/papá, pipi, paja (la vegetal y la manual), pija, pago, pegar, propio, púgil, etc - me llevan a pensar que la p es una de las letras con mayor gravitancia en la lucha contra las normas. Es también - una letra bastante popular en las siglas de grupos revolucionarios (palabra que paradójicamente es muy respetuosa de la raya)  calculo que debe ser porque suelen usar la palabra pueblo en sus nombres.

También resulta interesante ver la cantidad de países que se mantienen a raya - salvo casos como Afganistán, Egipto, Kazajistán, Kirguizistán, (con la f y z rebeldes y no normalizadas), Paraguay, Uruguay que tienen dos. Con una sola hay unas cuantas más pero igual son minoría.

En nuestro país, Jujuy, vendría a ser la provincia más rebelde - en su versión habitual y no oficial (San Salvador de Jujuy) si consideramos la cantidad de letras rebeldes en relación al total. Buenos Aires (1), sería la más obediente, lo cual no es nada sorprendente.

Con los nombres propios sucede algo muy similar. Todos parecen querer ajustarse a las normas, aunque hay varios, pero sólo con una sola letra rebelde, por ej. Alejandro, Alfredo, Alfonso, Ángeles, Benjamín, Ezequiel, Felipe, Ignacio, Ingrid, Jorge, Josefina, etc. Sin dudas, la mayoría de los rebeldes empiezan con A.

Las monosílabicas más infringidoras que encontré fueron: Uy, Ay, Ojo, Ajá, Aga (oficial del ejército turco) Doy, Hoy, Soy y Voy.

Tal vez todo esto nos ayude a entender porqué: "Mi mamá me mima", nos resulta mucho más agradable de aceptar que "Mi papá me pega" - Es que un padre pegador, sin dudas se pasó de la raya.


(1) Podría arguirse que Santiago del Estero y Tierra del Fuego tienen una tendencia a ser obedientes, pero hay que recordar que tienen una g, así que nunca se sabe.