Jugarse la vida

Pocas veces he ido al casino, muy pocas. Pocas veces he jugado por guita, salvo una época, allá por los 90, en la era de "Mendez" cuando comenzaron a privatizar todo. En esa época solía "timbear en la bolsa". Salí hecho.

También hubo una época en la que le solía jugar al Quini 6, sólo cuando el pozo era de unos 3 o 4 millones, porque según un amigo, "un palo no te cambia tanto la vida, es más te la complica, porque cuando terminaste de comprarte la casa, el OKm, etc. no te queda un mango para mantenerlo - En cambio con 3 o 4 millones, entonces sí te queda resto para darte el gusto de vivir así". Me pareció uno de los consejos más sabios que he recibido.

Rara vez he cantado envido con 22 o con 6, sólo cuando jugábamos con porotos, a lo sumo por una birra.

Pero sin importar mi pasado "timbero acionario" o mi poco o nulo pasado y presente timbero, creo que mucho de cómo uno actúa en "las cuestiones del azar" tiene que ver con cómo uno actúa en la vida.

Cuando tuve plata la ahorré y me sirvió para que tanto mi familia y yo pudiéramos tener un lugar digno dónde vivir.

A nivel sentimental me jugué una sola vez y me casé con una "chica buena", 2 años y pico de novios, convivencia para ir viendo como era la mano,16 años de casado y dos hijos, maravillosos. Divorcio amigable.

Hasta el tema de volver a andar en moto, es de una moderación cuasi prusiana. Obviamente hay un riesgo, mucho mayor al que andar en bondi, auto o tren, pero rara vez he ido a más de 80, y no porque esté en ablande, sino porque el vértigo de ir a 80 km/h me alcanza y sobra. El otro día vi un tipo por la Panamericana que debía estar yendo a 200km/h. Admito que envidié su temeridad, por unos 12 segundos. No más.

Lo más jugado de mi vida ha sido el tema laboral - He pasado de la relación de dependencia a independencia tantas veces que la última vez que tuve que mandar un CV, tuve que hacerlo en dos emails porque yahoo no me aceptaba los archivos tan pesados.

Y así me fue y me ha ido la vida, por ahora, siempre salí parado, caminando, con la camisa puesta, sin grandes emociones ni disgustos.

Hasta el día de hoy no conocí a ningún "timbero de ley" que hoy por hoy esté bien. De seguro pueden contarte historias de sus vidas apasionantes, de las minas que tuvieron, de cómo se rifaron 10 lucas en una noche de casino, de cómo se fueron de vacaciones a las Seychelles aún cuando no sabían si iban a tener laburo al volver, etc. etc. pero hoy por hoy, a muchos los veo viviendo en la casa de sus viejos, de arriba, con la cuota alimentaria atrasada y con hijos que ni siquiera se molestan en llamar. Otros en un depto de un ambiente y a gatas pudiendo pagar las expensas. Uno que conozco, 55 años, se volvió a casar, con una pendeja ya van por el segundo pibe, y una noche, mientras fumábamos en el jardín me dijo: "¿Sabés qué? "Envidio la tranquilidad con la cual vivís" "Envidio que puedas hacer lo que se te cante el culo"

Y yo le dije: "Y sí, la verdad que mi vida es bastante tranquila, gracias a Dios" Pero después también pensé: "El tema es que en realidad a mi culo nunca se le dio por cantar, pero cantar en serio - porque al final de cuentas, para eso tengo mis CDs de The Who, Aerosmith, AC/DC y de Aretha Franklin, Tina Turner y Whitney Houston.  A lo sumo que canten los que saben".


Y tal vez habrá alguien que quiera preguntarme: ¿Pero vale la pena vivir así?  y mi respuesta es:

PARA MI SÍ.